A cualquiera de nosotros nos resultará más o menos familiar la advertencia de nuestros padres: “¡siéntate bien, no te encorves!
Ojalá les hubiésemos hecho caso. Ya en los pasados años 80 un estudio, en los Estados Unidos, daba cuenta de un importante número de adolescentes con problemas de espalda (el 58%), cuando todavía no se había metido en nuestras vidas el uso sistemático y rutinario de los Smartphone, con la mayoría dela población con la espalda encorvada muchas horas al día manejando ordenadores y móviles. Imaginaros cuáles serán esas cifras hoy.
La postura incorrecta no afecta solamente a cabeza, cuello y hombros, también provoca una reducción en la toma de aire en la respiración, disminuye consecuentemente la energía y provoca una menor aportación de sangre a la parte posterior del cerebro.
Resumiendo nos hace más estúpidos, limita nuestras capacidades.
Disponemos de investigaciones que nos muestran como una postura incorrecta afecta al humor y a la disponibilidad cognitiva. Quizás estos hallazgos nos deberían animar a tomar esto en serio.
El equipo de investigación del Instituto de Estudios de la Salud Holística de la Universidad de San Francisco, encabezado por Erik Peper (https://www.researchgate.net/profile/Erik_Peper) en 2004 investigó la facilidad de acceder a pensamientos positivos en función de la postura que adoptaban los sujetos del estudio, sentados con la espalda recta o por el contrario, encorvada
El mero acto de recordar, tanto que fuesen pensamientos negativos como positivos parece más difícil en una postura encogida y defensiva.
En revisiones posteriores encontraron que en ese tipo de postura, para nueve de cada diez sujetos, era significativamente más fácil el acceso a memorias de desesperación, vulnerabilidad, impotencia y derrota
Pareciera que una mala postura es la receta para sentimientos miserables.
Por el contrario las cifras dan la vuelta y nueve de cada diez encuentran más fácil acceso a pensamientos de bienestar cuando mantienen una posición erguida.
Varios estudios posteriores confirman estas apreciaciones.
CAMBIOS HORMONALES MANTENIENDO UNA POSTURA DOS MINUTOS
Amy Cuddy *y su equipo en la Universidad de HARVARD llevaron a cabo un elegante estudio sobre la relación entre los niveles de cortisol, la hormona del estrés la testosterona y determinadas posturas.
Con solo dos minutos manteniendo una postura de confianza y poder, los participantes en el 25% en cortisol, en contraste con un 10% de disminución en testosterona y un 15% de aumento en cortisol de los que encogieron su cuerpo dando la impresión de ser más pequeños.
Además también se pudieron encontrar correlaciones entre postura corporal y rendimiento en pruebas mentales con tests matemáticos en otro estudio del Profesor Pepper. Su colega en la investigación Richard Harvey explica que mantener una postura encogida puede favorecer la aparición de viejas memorias negativas ancladas en el cuerpo y en el cerebro
El mismo tipo de resultados se aprecian en relación con el humor así como con la capacidad de pensar con claridad.
Mantener una postura encogida puede favorecer la aparición de viejas memorias negativas ancladas en el cuerpo y en el cerebro
Nos queda, entonces, la opción de hacer uso de este conocimiento como un recurso entre otros muchos para favorecer intencionalmente nuestras capacidades cognitivas y estados de ánimo positivos.
Es crucial darse cuenta de la importancia que esto tiene en un mundo en que cada vez pasamos más horas encorvados frente a las pantallas
Elaborado a partir de : https://www.awakeningfromalzheimers.com/a-surprising-reason-why-smartphones-are-making-us-stupid/
*Recomendación: https://youtu.be/MS8oBuZZktA.