ANDRÉ GOMES: ANSIEDAD Y RENDIMIENTO
Este no pretende ser un artículo sobre futbol, aunque necesariamente uno no puede evadir las circunstancias del contexto al tratar el tema de la ansiedad y cómo esta deja su sello en el control de las capacidades de la gente a la hora de enfrentarse a los desafíos de su vida. Tampoco es mi intención entrar en consideraciones de cuánto es de bueno o malo André Gomes en comparación con cualquier otro profesional de su club o de otros, ni de entrar en lo acertado o desacertado que pudo haber sido su contratación.
Tenemos un profesional de futbol de nivel élite. Hay que decirlo así, para contrarrestar las dudas y descalificaciones vertidas a raudales tanto por aficionados como por la prensa especializada, surgidas de un permanente instinto evaluador, fuertemente cargado en este caso de elementos emocionales y pasionales, lo cual no tiene la pinta de ser el mejor apoyo para una apreciación objetiva de la realidad y de sus componentes. Debería ser evidente que el simple hecho de haber llegado a figurar en una de las plantillas más escogidas en el mundo en su ámbito, supone asumir que, cuestiones de fortuna aparte, se pasaron cientos de filtros en múltiples situaciones competitivas y que el profesional en cuestión en cantidades muy superiores a las que pudiesen ser atribuidas al azar o a la casualidad, tuvo que haber hecho suficientes demostraciones de sus extraordinarias habilidades para el desempeño de su tarea.
Bien, es muy probable que no existan demasiados problemas para llegar a un acuerdo amplio hasta este punto. ¿Qué pasa entonces a partir de aquí? Admitamos que, aun sin tener conocimiento de que se le hayan realizado las suficientes pruebas neurológicas para descartar algún extraño síndrome que curse con el borrado de las memorias y habilidades técnicas imprescindibles para el juego del futbol a nivel de élite, el problema de esta persona no se centre en que se le haya efectivamente olvidado ese arte, ni que la edad o cualquier otro problema de salud deteriorase sus potencialidades físicas.
Por descarte nos toca entonces dirigir nuestra atención a los factores de carácter psicológico que puedan estar interfiriendo en el rendimiento deportivo de André Gomes, y aprovechándome de declaraciones del propio André, apuntar directamente al manejo de la ansiedad. Desde hace tiempo sabemos que la relación entre ansiedad y rendimiento se manifiesta en un aumento paralelo de las dos dimensiones hasta un punto óptimo a partir del cual el incremento en la percepción de la ansiedad va aparejado con un decremento del rendimiento hasta el punto de producir serios problemas de salud.
Estamos refiriéndonos a uno de los temas básicos en psicología deportiva. A lo largo de nuestro desarrollo como especie nos hemos ido equipando con recursos portentosos para hacer frente a peligros reales y puntuales y la verdad es que sin duda han funcionado excelentemente a juzgar por la duración y la expansión obtenida, guerras, pestes, desastres naturales y no naturales al margen. Pero para lo que no estamos preparados es para una activación continua y crónica de nuestros sistemas de afrontamiento frente a supuestos peligros creados exclusivamente por nuestra mente.
La recreación permanente de los mismo con nuestro diálogo interior y el empeño en disimilarlo o esconderlo, por cualquier tipo de condicionamiento personal o social, está en la base de la generación de esas dosis de ansiedad inmanejables que boicotean nuestro rendimiento.
Por lo mismo estamos razonablemente convencidos de que la expresión pública de esas tensiones internas por parte de André Gomes, suponemos que bien asesorado por profesionales de la psicología, liberará energía mental que hasta ese momento estaba dedicada a la contención de su guerra interna, desbloqueando recursos psicológicos necesarios para una práctica solvente de su actividad futbolística.
Jose
Luis Álvarez Fernández
Psicólogo. Col G-4993
Rúa Concordia 1, 1ºC.Ourense
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joseluis_garabelos@hotmail.com